Durante octubre se realiza en Buenos Aires el 7° Encuentro de Teatro Comunitario organizado por la Red Nacional de Teatro Comunitario, entidad que reúne a más de treinta grupos de todo el país. La elección de esta ciudad tiene por motivo dar cuenta del enorme crecimiento que este fenómeno tuvo durante los últimos anos y darle visibilidad a las experiencias, para que cualquier vecino de cualquier barrio se entusiasme en participar. Además de los espectáculos y fragmentos de espectáculos en proceso, se realizaran seminarios, charlas, foros de reflexión de grupos y de investigadores y proyecciones de documentales de esta experiencia.
Como bien dice en la presentación de la exhaustiva programación de esta fiesta "el teatro comunitario dio y da la posibilidad de expresarse y de encontrarse. Su modalidad de construcción interna mantiene inseparables arte y política, arte y transformación social, ya que reconstruye y valora el saber de los vecinos, potencia su creatividad, para que ese desarrollo implique un modo activo de la comunidad, vivo, de pararse frente al mundo". Cualquiera que se acerque a presenciar la experiencia de la fuerza de sus espectáculos y de su gente, cotejará que estas palabras son fiel reflejo de su propuesta.
Corina Busquiazo del Circuito Cultural Barracas y co-directora junto a Ricardo Talento de El casamiento de Anita y Mirko; Ana Laura Kleiner, co-directora del Grupo Alma Mate de Flores y Nora Mouriño integrante del Grupo de Teatro Catalinas Sur se reunieron para hablar de esta experiencia inédita.
Luego de la entrevista, presentamos la perspectiva de la investigadora Marcela Bidegain, quien se ha dedicado a estudiar las formas de producción y las poéticas del teatro comunitario y lo ha plasmado en su libro Teatro comunitario. Resistencia y transformación social.
-¿En que va a consistir el encuentro y por qué se decidió que la sede fuera la ciudad de Buenos Aires?
Corina Busquiazo:-Las ediciones anteriores del Encuentro de Teatro Comunitario fueron en La Plata y en el pueblo de Patricios. Decidimos que fuera en la ciudad de Buenos Aires porque vimos que el movimiento de teatro comunitario creció mucho en este último tiempo. Ahora está conformado por alrededor de 30 grupos y hay otros más que están en proceso de formación. Uno de los motivos por los cuales el encuentro se hace en Buenos Aires es el deseo de lograr que tenga mayor visibilidad. Otra de las razones es el hecho de que su realización coincidía con el festejo de los 25 años del Grupo de Teatro Catalinas Sur. Los encuentros anteriores apuntaban a mirarnos entre nosotros y juntar fuerzas y este encuentro intenta mostrar hacia fuera, ver todo nuestro potencial allí. Hay grupos que todavía no tienen un espectáculo y tal vez muestren una canción o una escena.
Nora Mouriño:-En 2003 éramos sólo ocho grupos, en 2005 éramos veinticinco, y ahora privilegiamos esta sede, Buenos Aires, porque como es el lugar donde más grupos se desarrollan, quisimos hacer de la ciudad una gran fiesta de teatro comunitario.
Ana Laura Kleiner:-Ayer hablaba con unos docentes sobre una nota que le habían hecho a Ricardo Talento y Adhemar Bianchi hace unos seis años. En esa nota ellos decían que deseaban que existiesen por lo menos diez grupos más como Catalinas y como Barracas. Con las docentes comentábamos, bromeando, que hubo fertilización asistida, por la cantidad de grupos que nacieron desde aquel momento. En este sentido, todos los que integramos la Red, tenemos la convicción y las ganas de que este trabajo se siga replicando y multiplicando. Esta progresión es imprevisible, en la dimensión de cantidad de grupos que puede tener en su crecimiento. Y por lo menos para mí, es un deseo, que en cada barrio pueda llegar a existir un grupo de teatro comunitario, porque nos guía la desmesura como motor de nuestro trabajo.
N.M.:-Tanto Catalinas como el Circuito Cultural Barracas, que fuimos los grupos que iniciamos, de alguna manera, todo este movimiento, apuntamos desde el comienzo a la multiplicación. El saber y la forma que tenemos para hacer juntos también se debe seguir multiplicando. Y, simplemente, siguió creciendo porque ha tenido un poder muy fuerte en la gente, porque es un lugar de encuentro y organización. La gente sigue buscando algo que la haga salir de su casa y encontrarse con otros.
-¿Por qué creen que hoy hay tanta "fertilización" a diferencia del primer aluvión de grupos en el contexto de 2001?
A.L.K:-Me parece que después de 2001 surgimos muchos grupos y que eso tuvo que ver con toda esa efervescencia, pero me parece también que hoy ocurre esto que dice Nora, que es que la gente sigue necesitando salir y conectarse. Además, la gente siente que esta situación de crisis no se va a ir en dos días, que lamentablemente sigue perdurando y que la desintegración que eso trajo en una cantidad de cosas que hacen a la vida de cada individuo en su casa, en su trabajo o en su barrio, no se va a resolver en soledad. Es en este sentido que estos grupos ofrecen una posibilidad de encuentro, de hacer con otros, con edades diversas, y todos detrás de algo que es un objetivo común.
C.B.:-Y esto tiene diferentes aristas, según el lugar donde se asienten los grupos. En muchos casos tiene que ver con encontrar un lugar de pertenencia y ver que la memoria de tu comunidad, de tu barrio, está latente, está viva, a través de una voz que la toman los vecinos. Por otro lado, están las necesidades de lo artístico de una enorme cantidad de gente en Buenos Aires que estudia teatro y hace no sé cuantos cursos, y que realmente es especialista en muchísimas cosas, pero a veces no tiene donde aplicar todo lo que estudió. Y éste es un fenómeno que también nos está tocando. Gente que ingresa porque es un lugar donde va a poder actuar y desarrollarse en varias disciplinas, montar un espectáculo que será visto por una gran cantidad de público.
N.M.:-Estas expresiones están en constante movimiento, porque las modifica el público y el entorno. Encontramos en el teatro una forma de comunicarnos con los otros vecinos y por eso rescatamos mucho lo que pasa en cada función.
Vecinos actores en la Apertura del Séptimo Encuentro de Teatro Comunitario / Grupo de Teatro Comunitario Matemurga
-Se habla del vecino-actor de teatro comunitario como una persona no profesional. Pero... ¿en qué se diferencia un vecino actor con veinticinco años en Catalinas haciendo funciones todos los fines de semana de un actor de teatro independiente?
A.L.K.:-Creo que al ser grupos abiertos, donde ingresa gente todo el tiempo, existe una identidad que no es la misma que la del teatro independiente. No es que entrás solamente si sos un profesional, sino que aquí entra cualquier persona que manifieste su voluntad de participar, con la posibilidad de ir creciendo poco a poco con lo que trae y con lo que puede aprender. Esto marca otro tipo de modalidad de trabajo.
N.M.:-El teatro comunitario nace de la voluntad de los vecinos de querer reunirse y encontrarse con otros. Hay gente profesional que es la que dirige los grupos, porque fomentamos que lo que hacemos sean espectáculos de calidad, realmente bellos y con poesía. Que no sea arte pobre para pobres.
A.L.K.:-Los tres pilares que tienen que ver con la dirección teatral, musical, realización escenográfica y plástica tienen que estar coordinados por profesionales en esas disciplinas. A todo ese saber se suma la gente que participa de los grupos. La idea de desarrollar productos de calidad tiene que ver, también, con reafirmar lo que pensamos, porque si no fuese así, de algún modo uno estaría diciendo que un teatro hecho por vecinos no puede tener calidad.
C.B.:-No queremos que nos perdonen porque está hecho por vecinos. Si está mal actuado, mal cantado, no queremos que digan y "Bueno...son vecinos". Ahí está el trabajo de dirección y dramaturgia para encuadrar los distintos procesos de las personas que hay en un grupo de teatro comunitario.
N.M.:-Hay algo que siempre dice Ricardo Talento y es que el teatro comunitario reaviva la posibilidad del juego en los adultos que ya no juegan más. Estos espacios te habilitan la posibilidad de juntarte con otro y jugar a que sos otro. Crean el marco para que la gente se anime.
A.L.K.:-También hay un trabajo que tiene que ver con no partir de lo que no sabe un vecino que se acerca, sino de partir de lo que sí tiene o sabe hacer. Desde ahí hay un punto de partida que se relaciona con que la gente recupere la alegría y la fuerza que te da algo que aparentemente estaría vedado y no sería para la "gente común", sino sólo para "los profesionales." Posiblemente uno solo no se pare en una plaza a cantar, pero cuando eso vos lo podés hacer rodeado de cuarenta personas o más, cuando sentís que tu voz puede sumarse a la de otros y que lo que se escucha va a sonar realmente hermoso, que lo que estás diciendo es algo que no sólo siente el grupo, sino que, además, el que te va a ver también siente que está reflejado en eso, ahí es cuando se genera algo muy potente.
N.M.:-Unos integrantes de un grupo que se está conformando en Mendoza querían venir a ver un ensayo en Catalinas y yo les decía que un ensayo de Catalinas no es lo mismo que un trabajo de un grupo de teatro comunitario que recién se inicia, porque hay un proceso de años de trabajo que realizó el grupo. Organización, tiempo, práctica y experiencia, te dan la posibilidad de organizarte de otra manera. Pero nosotros seguimos siendo vecinos, a pesar de la experiencia y la calidad que te da el hecho de realizar funciones. Somos amadores del teatro y de la experiencia de hacer teatro.
C.B.:-Por eso es tan difícil la tarea del que coordina o dirige, porque también podés llegar a trabar al vecino. Si vos trabajas con un actor es distinto, porque en la búsqueda de un personaje o una canción, un actor puede llegar a bancarse una marcación, pero a un vecino por ahí lo trabás, se frustra y no vuelve más. Por eso en el marco del 7° Encuentro vamos a dar un seminario para todos aquellos que estén interesados en coordinar o dirigir un grupo de teatro comunitario, porque hay que replantearse la forma de coordinar un grupo. Tal vez alguien se imagina que puede utilizar las mismas herramientas que cuando da una clase de teatro o dirige un espectáculo, pero todo eso hay que replantearlo en el marco de un trabajo con vecinos. La gente viene con toda la inocencia, con miedo al ridículo. Entonces el trabajo tiene que ver con respetar el proceso de cada uno y poder encontrar la poesía en cada vecino, para, posteriormente, ver cómo ensamblar todas esas particularidades en algo que el grupo cree y elige contar.
A.L.K:-Trabajamos la actuación no desde el teatro psicológico sino desde la forma, desde la imagen, desde lo poético, pero en relación, además, con las posibilidades enormes que te da el hecho de narrar en escena espacialmente, con la cantidad de gente, cincuenta o cien personas, con la que nosotros trabajamos. Uno parte de la base, como dice Corina, de que el que esta dirigiendo vea cuál es el lugar más adecuado para tirar del ovillo de cada uno y dar lugar a que eso surja desde consignas sencillas para el vecino. Ahí es cuando uno recupera formas de llegar a lo teatral, partiendo de formas muy simples.
Vecinos actores en la Apertura del Séptimo Encuentro de Teatro Comunitario / Grupo de Teatro Comunitario Matemurga
-¿Qué las llevó a ustedes a ser directoras o coordinadoras de teatro comunitario?
N.M.:-Desde que formo parte del grupo Catalinas Sur me siento más cerca de la gente. Siento un compromiso diferente con mi comunidad, con mi barrio, siento un compromiso social más fuerte que haciendo sólo teatro o cine o lo que sea. Hace quince años que estoy en Catalinas y lo elijo como forma de vida. No es que te lleva un ratito y te vas. Para hacer teatro comunitario tenés que querer y ponerle mucho el hombro.
A.L.K.:-En general, cuando uno elige algo de esto es porque además del placer que uno tuvo en su momento por el teatro en sí, el ámbito comunitario te brinda la posibilidad de un trabajo desde lo social y con un público que no es el habitual de teatro. Esto enriquece enormemente. Por otro lado, es una posibilidad única poder tener una dramaturgia tan viva como la que tenemos en los grupos. Hay algo que yo siempre digo en mi grupo, Alma Mate de Flores, y es que creo que somos una fauna bizarra. Me parece que esto es algo generalizable a todos los grupos. Yo siento, además, que estamos construyendo algo en común y al mismo tiempo somos todos muy distintos. En el teatro comunitario vos conocés una diversidad de personas, con edades e intereses múltiples, que seguramente, si no fuera por esta posibilidad, raramente se encontrarían.
N.M.:-Eso nutre mucho al teatro comunitario. Siempre está todo dividido para niños, para adultos, para jóvenes y aquí estamos todos juntos. El joven no ve al adulto como un padre, sino como un par y en ese sentirse pares crecemos todos.
C.B.:-Coincido en todo lo que dicen mis compañeras y además creo que el grupo me dio la posibilidad de crecer en roles que no sé si en otro lado los hubiera encontrado. En este trabajo de equipo pude formarme como directora de teatro comunitario, como coordinadora. Este espacio me dio la posibilidad de poder actuar. Además, puedo contar con un equipo con el que mutuamente nos ayudamos y formamos. Me parece interesante que también cualquier grupo de teatro pueda insertarse en un barrio y trabajar con la comunidad. Pero para trabajar con la comunidad primero hay que sentirse parte de la comunidad, sino sería ir hacia ella con un saber. La idea de ser parte es la de ser uno más.
-¿Por estas razones creen que también los grupos de teatro comunitario tienen tanta afluencia de público?
A.L.K.:-En los grupos que ya tienen varios años esta afluencia de público tiene que ver con un reconocimiento al trabajo. Hay un boca a boca en cada uno de los barrios, escuelas, plazas y asociaciones. Nosotros no nos manejamos con prensa, habitualmente, y creo que los carteles en los negocios y los mismos vecinos son los que hacen que trascienda. Muchas de estas cosas que se hacen barrialmente generan que los mismos vecinos y otros que no son del grupo sientan una pertenencia y asistan a las funciones. Esto se desarrolla de manera diferente en cada grupo, de acuerdo al momento en que se encuentre, pero a lo que voy es que la gente tiene que reconocer ese medio teatral como algo cercano, no como algo ajeno.
N.M.:-Y también lo que atrae a tanta gente es la fuerza que tienen estos espectáculos. La primera vez que vi Venimos de muy lejos de Catalinas me sentí impactada y emocionada y eso mismo creo que les pasa a los demás que vienen a nuestros espectáculos. Ven tanta gente movilizada que les llega y después los recomiendan.
A.L.K.:-Además hay una pasión en escena de ese no actor profesional que también les llega a los espectadores, que genera una mezcla de emociones y la sensación de "yo quiero hacer eso. Quiero estar allí".
-¿Pueden observar diferentes estéticas en los grupos conformados?
A.L.K:- Sí, es la idea que eso ocurra.
N.M.:-La música y las canciones son parte de la estética general en todos los grupos. Después, todas las técnicas teatrales como la murga, lo circense y lo criollo.
A.L.K:-Trabajamos esencialmente con géneros del teatro popular. Después están las peculiaridades de cada grupo, que se relacionan con lo que cada cual quiere contar. Los modos diferentes de contar también tienen que ver con el barrio y la gente.
C.B.:-La vocación siempre es comunicar, pero no es ni teatro didáctico, ni panfletario, ni político. La idea es que el público se emocione y se vaya transformado con los espectáculos. Es curioso que la mayoría del público que asiste no sea espectador de teatro habitual. La mayoría nunca ha visto teatro. Y lo popular no quiere decir lo malo, sino lo bello, lo lindo. Por otro lado están las necesidades y las estéticas de cada grupo, en función de su proceso interno, de las necesidades artísticas y de cómo traduce esas necesidades estéticamente.
A.L.K:-También se inicia el trabajo con lo que hay y muchas veces se decide lo estético en función de lo que trae la gente que conforma los grupos. Si alguien toca un instrumento, si otro hace circo, etc.
-¿Han trabajo en generar proyectos de tipo social de generación de recursos?
N.M.:-No, todavía no. Pero sí hay un trabajo solidario. Por ejemplo en Catalinas se armó un listado con lo que sabe hacer cada una de las personas del grupo. Desde un plomero hasta un médico. Y entonces se los llama y de esta manera se trabaja solidariamente. O se hacen colectas cuando algún compañero necesita algo.
C.B.:-Es una economía social que hasta se extiende en el barrio, porque así el barrio crece también. En general la sociedad no piensa desde lo colectivo, sino desde las necesidades individuales.
A.L.K:-Es un largo camino aprender a perderle el miedo al dinero y poder entender que puede haber otra lógica para funcionar. Entonces, hay que aprender a manejarlo de un modo más sano: construir, pelear y debatir y sentar una posición en relación a esto.
Vecinos actores en la Apertura del Séptimo Encuentro de Teatro Comunitario / Grupo de Teatro Comunitario Alma Mate de Flores
Investigar el teatro comunitario
Marcela Bidegain se encuentra realizando una encuesta a los integrantes de los grupos de teatro comunitario que desembocará en algunos de los ítems a tratar en los foros de reflexión de grupos que se realizan en cada encuentro. Además nos habla acerca de la institucionalización de este teatro en los imaginarios públicos y de su decisión por investigar este fenómeno.
-¿En qué consiste la encuesta que estás realizando?
-Para estructurar los foros de discusión (que serán tres en este 7° Encuentro), una comisión, de las tantas que se armaron para esta ocasión, organizó una encuesta para relevar entre el público en general e integrantes de los grupos y así recopilar intereses e inquietudes. Los objetivos de la primera encuesta serán:
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Posibilitar que los integrantes de los grupos de teatro comunitario reflexionen acerca del fenómeno del que son parte.
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Generar el marco para estimular la curiosidad y la motivación de participar en teatro comunitario.
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Corroborar si los temas de reflexión propuestos están alineados con los de los vecinos-actores.
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Generar información para que los directores, coordinadores, investigadores puedan pensar y trabajar en los grupos y en la teorización del movimiento.
A partir de cómo se desarrolle el primer foro, la comisión encargada de ello, liderada por Agustina Ruiz Barrea y Alfredo Iriarte (directora de Los Pompapetriyasos y docente de Catalinas Sur) planificará las dos siguientes.
-¿Cuál es la función de los foros?
-Los foros internos de reflexión son actividades hacia adentro del movimiento de teatro comunitario e involucran a los vecinos-actores y a los directores de teatro comunitario que ya están trabajando, independientemente de los años de formación de cada grupo. No son actividades públicas y constituyen espacios de debate, reflexión y discusión acerca de cómo seguir trabajando en beneficio del crecimiento del movimiento artístico. Como dice Ricardo Talento, no es un espacio de reunión "para analizar los éxitos" sino para ver de qué manera continuamos avanzando hacia adelante, para expandir este modo de concebir al arte y su articulación con lo social, que tanta necesidad visualizamos que está alcanzando a partir de las demandas de potenciales directores o de grupos de diferentes comunidades del país y del exterior.
-¿Qué temáticas a debatir se privilegiarán en este encuentro, a diferencia de las ediciones anteriores?
-La necesidad del fortalecimiento de la red será un tema prioritario, dada la expansión del teatro comunitario en Argentina. Esto incluye modos de comunicación y apoyo a los grupos que están trabajando más en soledad, por la distancia de Bs. As, que es donde más grupos de teatro comunitario se concentran hoy en día.
El crecimiento interno de los grupos es otro de los temas a tratar. La idea de seguir trabajando para la retransmisión de los saberes y de seguir capacitando a nuevos integrantes de los grupos que puedan continuar la posta. Cuando un grupo de teatro comunitario funciona, si por alguna razón un integrante clave tiene que tomar distancia o alejarse (lo cual es natural tratándose de grupos amateurs) el grupo debería seguir funcionando.
Muchos directores están interesados en desarrollar modos de formación interna y dentro del grupo. La idea es que los integrantes encuentren que siempre hay algo para seguir aprendiendo del trabajo con el grupo.
Otro tema importante es contemplar la necesidad que se viene manifestando de trabajar con sectores muy quebrados de la sociedad. Ver cómo el teatro comunitario genera espacios de desarrollo artístico que lo trasciendan para incidir en lo social y de este modo reintegrar a aquellos que han quedado invisibilizados.
-¿Qué utilidad tienen a posteriori?
-Después del 7° Encuentro, tenemos la idea de trabajar un foro de reflexión de directores de la red, un espacio que este año se tuvo que desplazar inevitablemente a la organización del Encuentro. Desde noviembre de 2007 se está trabajando para este encuentro.
-¿Crees que la conceptualización del hacer del teatro comunitario ayudó a su posible legitimación en el medio?
-Sin duda, la mirada que desde diferentes disciplinas (sociología, antropología, psicología, artes) se hace del teatro comunitario desembocó en que organizáramos dos mesas de ponencias y conferencias respecto al tema. Nuestra idea es compilar el material que se exponga y publicarlo, porque el teatro comunitario está construyendo su marco teórico a partir de la praxis. Por otra parte, será muy interesante compartir diferentes perspectivas de estudiantes y graduados del país y del exterior porque, sin duda, dan luz sobre el movimiento en permanente desarrollo desde diferentes ángulos y perspectivas.
Los medios daban una cierta visibilización del teatro comunitario periódicamente, especialmente a Catalinas Sur y al Circuito Cultural Barracas, dado que ambos son los grupos fundadores y germinales del teatro comunitario, legitimadores de esta nueva forma de discursividad artística. Se podría hoy hablar provisoriamente de la "oficialización" o la "institucionalización" en los imaginarios públicos. Los premios también han contribuido, ya que desde hace unos años, el premio Teatro del Mundo, de la UBA y el María Guerrero vienen considerando incentivar estos fenómenos, a través de menciones especiales, por la labor que realizan. Son muchos años de resistencia en los espacios públicos y trabajando con la gente (no sólo con los vecinos que forman parte, sino hacia los vecinos de los barrios, localidades en las que cada grupo incide).
-¿Por qué decidiste embarcarte en la investigación sobre el teatro comunitario?
-En lo que a mí concierne, me acerco a la investigación del teatro comunitario porque era imperioso historizarlo. 25 años de trabajo ininterrumpido, con más de 35 grupos trabajando en red en un país sacudido por diversas vicisitudes, es algo serio. Pero la necesidad aparece porque encuentro en los espectáculos que cuentan estos grupos un poder de empatía muy fuerte con el espectador. Y esto es, precisamente, por la universalidad de las temáticas. Lo que cuentan nos afecta a todos independientemente si es que somos o no de tal o cual barrio. La originalidad de la estética y el recuperar y privilegiar los lenguajes populares lo hacen para mí un campo de trabajo muy interesante. Por otro lado, como trabajan en la calle, con la comunidad y con las necesidades (no es un trabajo de laboratorio) se anticipan siempre a lo que está por venir. En este punto el teatro comunitario ha anunciado en sus espectáculos y mucho antes de que sucedieran, varias de las catástrofes sociales que vivimos en los últimos años.