Bunraku: Narración, Música y Títeres

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El Bunraku, también llamado Ningyō jōruri, es un arte integral en el que el tayū (narrador dramático), el laúd shamisén y los titiriteros trabajan al unísono. El tayū narra por sí solo el diálogo, la psicología y los movimientos de todos los personajes y desarrolla la historia. El futozao shamisen (“shamisén de cuello grueso”), con su potente y magnífico sonido, crea el dramatismo de la obra y expresa las emociones del jōruri (narración dramática acompañada de música). Una vez que los titiriteros añaden los movimientos a los sonidos producidos por el narrador y el intérprete de shamisén, los títeres cobran vida en un abrir y cerrar de ojos. Los títeres del Bunraku muestran con detalle tanto las expresiones faciales como los movimientos de las articulaciones de los dedos. Los títeres son manipulados por tres personas: el titiritero principal, que mueve la cabeza y la mano derecha, el segundo titiritero, que maneja la mano izquierda, y el tercer titiritero encargado de manipular los pies. Es la habilidad de los titiriteros, del tayū, quien narra la historia, y la del interprete de shamisén, lo que crea la atmósfera y expresa las emociones.