El fabricante de fantasmas

Pedro, un escritor de teatro, tiene un matrimonio lleno de humillaciones y frustración que lo conducen a asesinar a su esposa. A partir de allí sus remordimientos toman forma y lo llevan a un camino entre el terror y la locura.

TEXTO PROMOCIONAL
Dice Tom, en el Zoo de Cristal de T. Williams “Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga pero soy todo lo contrario del prestidigitador común. Éste les brinda a ustedes una linda ilusión con las apariencias de la verdad. Yo, les doy la verdad con las gratas apariencias de la ilusión.”
De esta ambigüedad nos ocupamos en la puesta de “El Fabricante de Fantasmas”, de esta dialéctica permanente entre lo real y lo imaginario que cobra vida con impulso feroz en el ámbito de la representación teatral.
Así como Hamlet hace representar la tragedia en las narices de su asesino, Pedro reproduce artísticamente su delito ante las narices del mundo, creyendo que de este modo sublimaría su crimen, pero no contaba con la visita inesperada del juez de instrucción que lo atormentará con preguntas incisivas, acrecentando de este modo su culpa. Los vértices de la realidad se esfuman para el protagonista, quien se convertirá en víctima y verdugo de sí mismo.
La mujer deseada en contraposición a la mujer alcanzada. El deseo, que, consumado, se consume. Y la culpa, como motor que pone en marcha el castigo.
"La culpa nunca ha sido racional; distorsiona todas las facultades de la mente humana y las corrompe; le quita la libertad de razonar y lo deja confuso". Edmund Burke
Nuestra propuesta apunta a lo llano, a lo que está por dentro del envoltorio. Sin maquillajes, sin máscaras. Apuntamos a lo visceral de los personajes, dejando de lado el truco. Esta es una representación cruda y al hueso, terreno áspero pero no menos fértil donde la imaginación del público encontrará lo necesario para compartir, junto con Pedro, la purificación del alma.
La adaptación del texto dramático realizada por Fabio Tiberi reduce el campo de personajes, provocando de este modo una condensación del conflicto. Casi una marca cuerpo a cuerpo, hombre con hombre, en donde la conflictividad respira cerca del espectador en una sala para 26 espectadores.
Un policial con recursos teatrales. La literatura de Arlt es como dice el propio autor en boca de Pedro “un medio para llegar al fin”.

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