Teo, Liza e Iván comparten la misma pasión por la literatura rusa.
El círculo de lectores se ve atravesado progresivamente por el universo literario de Fiódor Dostoievski que los atrapa y contamina.
La lectura se instala poco a poco como una necesidad obsesiva. Luego aparecen la culpa y el reproche encubiertos.
El duelo de una familia de lectores abre el juego de las confesiones. Cada uno representa su perspectiva y la polifonía suena en la lectura y en la representación.
La meta es llevar adelante una utopía, cambiar al mundo con la lectura, hacer que la gente caiga de rodillas con lágrimas en los ojos conmovida o provocar escupitajos. Continuar avanzando a pesar del remordimiento, más allá de uno mismo, leer,leerse entre palabras ajenas, hasta que las voces se mezclen y no se sepa quién es quién, hasta que la enfermedad supere el cuerpo y se abandone la carne con el último aliento poético.
Clasificaciones: Teatro
- DOCUMENTA/ESCENICAS (2011)
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