La obra trata sobre la vida de un artista (pintor y escultor), bohemio, poco sociable y emocionalmente explosivo. En un mismo ambiente amplio, su taller, hace todo: trabaja, duerme, come... La acción escénica completa transcurre ahí. En ese mismo lugar hay dos ventanas que son en realidad pantallas, donde en algunos momentos se puede ver el cielo, más azul, más nublado, más negro según el caso, o inserts filmados de situaciones que van complementando la historia escénica, donde aparecen los personajes en interrelación con otros en el pasado, en conversaciones interactivas telefónicas entre escenario y pantalla, en recuerdos, visiones oníricas, etc.
En escena sólo se ven tres personajes, los centrales, los demás (otros cuatro) aparecen exclusivamente en video. El segundo personaje en vivo es un amigo que el artista tiene desde la infancia, y entre los dos existe una mutua dependencia bastante compleja. El amigo es todo lo contrario a él: mucho más estable emocionalmente, tiene una empresa, le va bien, de hecho lo ayuda al artista también, encargándole trabajos, etc. El tercer personaje principal es la esposa del empresario; ella es una mujer agradable, sensible, que de adolescente parecía tenía una proyección artística, pero terminó finalmente asumiendo el rol de esposa de una persona exitosa, relegando ella sus propias expectativas individuales.
La historia, que se desarrolla de manera no lineal por los recursos narrativos usados, es complementada por varios episodios que paralelamente van ampliando el relato (una ex-novia con la cual el pintor tiene una relación muy tormentosa, obsesiva y traumática, varios sueños en los cuales se lo ve con el bandoneonista Rodolfo Mederos, sucesos del pasado cercano, etc.). El núcleo central de los problemas termina siendo que entre la esposa del empresario y el artista se desarrolla una historia amorosa, que aún con varios conflictos para los dos, se termina dando. El desenlace se produce cuando el marido lo descubre, aunque el desarrollo de lo que ocurre a continuación dista bastante de ser convencional.
Todo está enfocado desde una estética realista que apunta a crear situaciones crecientes de tensión, que después se liberan con ciertos giros que tiene el guión, que también se refuerzan con la composición de los personajes, y por contraste producen situaciones humorísticas que le den el tono de comedia dramática que caracteriza a la obra.
- Este espectáculo formó parte del evento: Buenos Aires, Sala Abierta
- LA CLAC (2008)