Martín Coronado

Dramaturgo, poeta y narrador argentino, nacido en Buenos Aires en 1850 y fallecido en Caseros (en la provincia de Buenos Aires) en 1919. Autor de una brillante y fecunda obra dramática que le consolidó como uno de los más importantes escritores teatrales argentinos de la segunda mitad del siglo XX y comienzos de la siguiente centuria, está considerado como el máximo exponente, dentro de la escena austral, del romanticismo tardío y las propuestas éticas y estéticas del nativismo.

Volcado desde el comienzo de su trayectoria literaria al cultivo del género dramático, Martín Coronado se dio a conocer en el último cuarto del siglo XIX con el estreno de La rosa blanca (1877), obra que cosechó un notable éxito de crítica y público y le alentó para desarrollar una extensa producción teatral que, a la postre, alcanzó un total de veinticuatro piezas dramáticas. Entre ellas, sobresale por derecho propio la titulada La piedra del escándalo (1903), una obra que, aunque resuelta con los mismos procedimientos formales y temáticos presentes en las anteriores entregas teatrales del dramaturgo bonaerense, logró situarse en la cúspide del teatro nacional argentino merced a la puesta en escena que de ella hicieron los hermanos Podestá, quienes supieron adaptar su montaje a los gustos del público de la época.

Se trata, en efecto, de una pieza teatral compuesta -como la mayor parte de las que escribiera Martín Coronado- en verso, en la que siguen presentes los postulados tardorrománticos abrazados por el autor (una acción sentimental como desencadenante de todo el proceso dramático, la imposibilidad de alcanzar el amor deseado, la necesidad de restituir la honra perdida, etc.). Sin embargo, ya por aquel entonces estos planteamientos decimonónicos había quedado superados por el denominado estilo "nacional" (representado, fundamentalmente, por el teatro del uruguayo Florencio Sanchez, autor afincado en Buenos Aires), lo que no fue obstáculo para que Martín Coronado alcanzara un clamoroso éxito con La piedra del escándalo, merced a su extraordinario dominio de los recursos teatrales, a la magnífica construcción dramática de esta pieza y, en cierta medida, al conservadurismo que caracterizaba los gustos de un considerable sector del público teatral, que mantuvo en escena una obra bastante anacrónica en comparación con las que se estaban estrenando desde hacía ya varios años.

Además de las dos piezas mencionadas, en la obra de Martín Coronado se pueden destacar algunos otros títulos de verdadero interés, como Bajo la tiranía (1878), Luz de luna y luz de incendio (1878), Salvador (1893), Justicia de antaño (1897), El sargento Palma (1906), Parientes pobres (1907), 1810 (1910) y La chacra de don Lorenzo (1918). En general, la mejor recopilación del teatro del autor bonaerense puede leerse en el libro titulado Obras dramáticas (Buenos Aires: Academia Argentina de Letras, 1981), con selección y estudio preliminar a cargo de Raúl H. Castagnino.

Martín Coronado -que, además del teatro, cultivó con menos éxito la creación poética y la prosa de ficción- se convirtió en una de las figuras más notables de la intelectualidad argentina de su tiempo. Su presencia en la vida cultural de su nación quedó patente, al margen de los escenarios de Buenos Aires, en sus nombramientos como miembro de número de la Academia Argentina de Artes, Ciencias y Letras, y de la Sociedad de Amigos del Teatro Nacional.

Fuente: http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=coronado-martin



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