Naufragantes

En un burdel cohabitan una Madama junto a cuatro pupilas muy particulares: un travesti decadente, una joven que sueña con bailar en el Metro de París, una musa y.... Pajarita. Enfrentados a la más absoluta carencia de recursos, Pata - la Madama- pide a gritos que alguien se apiade y les brinde ayuda económica para poder subsistir.
Ángel es el piadoso que responde a la insólita solicitud, pero rápidamente su inexplicable generosidad se ve cuestionada por los prejuicios de los mismos que a gritos clamaban por ayuda.
Un duelo entre la desinteresada bondad y la desconfianza arraigada en seres que sólo conocen las pérdidas, dejan al desnudo las circunstancias que llevaron a cada personaje a entrecruzarse en ese momento y en ese lugar. No todos saldrán indemnes luego de que el velo de lo aparente se corra, dando lugar a la crueldad de lo real. Aunque también a la oportunidad para la esperanza en el azaroso reencuentro de Ángel con la mujer que lo ama desde siempre.