Dos primas hermanas, Amalia y Mónica Polonski se reúnen después de mucho tiempo de no verse, por un evento desafortunado, el fallecimiento de su tía Rita. La acción transcurre en la casa de Amalia.
Ella es una mujer solitaria que acostumbra a mantener su propio orden, donde todo es predecible. Amalia se refugia en su casa de muñeca. Allí, los muebles son para adornar, el juego de té para jugar, las revistas son su ventana al mundo.
Mónica irrumpe en la casa de su prima en ruinas aparentes pero con orgullo abrumador. Con lo que parece la razón del reencuentro, Mónica lo transforma en excusa. No es todo lo que parece, hay una razón importante para que la visita no pueda posponerse ni un día más. Un pedido de ayuda, disfrazado de causalidad, llega con regalos y simpatías impuestas.
Las Polonski se encontraran con el reflejo de un día común, mucho tiempo atrás. Se reconocerán como compañeras y decidirán si siguen su camino juntas o finalmente desandan una vez más esa impaciencia genética que las llevó a la soledad.