Siberia

¡Cuidado! - Fugan los cerebros
¿Los cerebros de quién?
¿Se van? ¿Se escapan?
¿Es que no pelearon? ¿Es que ya pelearon?
¿Es que no hay regreso a algo mejor?
¿Es que la historia los escupe?

"Una nube oscura, triste nos sobrevuela sin gloria, y con pena. Como cada vez que nos abandona el porvenir"
Una historia repetida, de los que van, de los que vienen y de los que nunca se fueron.
Una decisión contradictoria: irse o quedarse.
La elección por un futuro mejor, y una posible condena al desarraigo.
Un personaje que padece su indecisión, que cree ó desea estar viviendo un error; una confusión planeada por otros.
"Dos potenciales lavacopas o barrenderos caminan por Siberia, en pleno centro de Madrid, en un alejado suburbio londinense, en un primer mundo fantasioso."

Yo los vi,
como pájaros oscuros,
sobrevolando una tierra que no es suya
Se golpeaban los nudillos
con los muros del desaliento heredado
¿Qué heredan estas aves?
Hijos de nadie

Llegan con las sombras,
parten por la noche,
desbordando cielos y auroras,
reciclando sueños de antemano
¿Qué pasa con el deseo que todos se alborotan?


Fundamentación de la Puesta en Escena

El clima que atraviesa la obra es de una confusión planificada. Lo onírico y lo irreal están presentes en cada uno de los cuadros. Los cuadros y escenas están montados sobre los juegos creados a partir de la iluminación y de un sólo elemento escenográfico: una escalera.
Esta escalera cumple una multiplicidad de funciones, funciones que van desde lo utilitario del elemento (elemento de apoyo) hasta la animación del mismo por consecuencia de las acciones ejecutadas sobre él, acciones que re-significan el sentido concreto de su constitución, como así también su simbolismo y su relación directa sobre el texto.

La dinámica de la obra está íntimamente relacionada con la rítmica que se desprende del texto y por los contrapuntos de las escenas. Estas encuentran a los cuatro personajes de la obra agrupados en duplas que manifiestan sus objetivos claramente enfrentados, opuestos.